miércoles, 7 de agosto de 2013

Solo un recuerdo...

-¿Mama? ¿Estas aquí?-pronuncie al llegar a casa después de un largo viaje... No se escuchaba nada, parecía que la casa estaba deshabitada... ¿Que sucede?-.

¿Acaso ella se fue? ¿Me abandono? ... Esto debía ser una pesadilla... ¡Si! Eso debía ser... Después de tanto tiempo sin verla por hacer ese estúpido intercambio y ¿NO ESTA? se que tenia problemas ... ¿Que paso con ella?

 Fui temerosa hacia su habitación, la puerta estaba entreabierta .... Sentía la presencia de alguien ahí, una presencia fría, lo que hacia que temblara. Se escuchaba el viento, las hojas de los arboles, aquella puerta vieja que al moverse provocada por el viento causaba un sonido ensordecedor, cada detalle hacia la escena mas tétrica. Me acerque lentamente y mire por la abertura... En efecto.. Su sombra se reflejaba contra la luz de la bella luna, pero su figura no era fina, ni frágil como la de una débil mujer. Era tan robusto, su presencia molestaba... ¿Quien podría ser?

 Mientras Mi mente trataba de resolver tal acertijo, lamentablemente mi cerebro no funcionaba debido al miedo que prosperaba en el momento...

-¿Quien esta ahí?-Dijo aquella figura, sin voltearse... Al contrario, estaba tan tranquilo.
 Noto mi presencia ¿Como?
Mi respiración se agito a tal grado que confirme mi presencia al ser humano
que se encontraba en la recamara de mi madre.

-Querida, entra-me aterre. No lo iba a hacer. Di varios pasos hacia atrás, y una voz se escucho a lo lejos.

-No te servirá de nada escapar-Mis sentidos quedaron nulos, en fin... Tome un poco de valor y hable.

-¿Quien eres tu?

-Deberías saber quien soy, Diana-Se escucho una pequeña risa

-Esa voz...-susurre. Aquella voz me Era tan familiar. La escuchaba en mis sueños, estuvo en mi infancia y en
mis momentos de plena felicidad.
 Imposible, el esta muerto, me dije. Volví a caminar, estaba cerca de la escalera, tenia que escapar.

-Ya te dije que no sacas nada con huir. Te ordeno que vengas.

-¡No obedeceré! Tus ordenes no son validas para mi, la persona que sobra en este lugar eres tu. ¡Lárgate en este instante de mi casa!

-¿Quien te crees que eres al pensar que tienes poder sobre mi?-su tono de superioridad me estaba irritando. Saque lentamente mi celular del bolsillo y empece a marcar a la policía.

-Ni se te ocurra llamar a la policía, o tu mama sufrirá...-Esta vez entre en pánico. Fuertes corrientes de aire se colaban por la ventana y mis ganas de enloquecer estaban en su máximo punto.

-!Vete! !Es mi casa, idiota! ¿Quien te dijo que tienes el derecho de entrar a esta casa?

-¡Tu padre!-eso no podía ser verdad... ¡No era verdad!

-No es cierto, el esta muerto...-Mis lagrimas empezaron a caer sin cesar. Nerviosa, con el corazón acelerado y la presión subiendo cada vez mas. Eso era una pesadilla...

-¡Impostor! ¿Que quieres de mi!? ¡Deja a mi madre en paz! -el tipo río por lo bajo, trate de calmarme, pero me era un tanto imposible. Al encontrarme en la sala, en toda la oscuridad de la noche, sin ayuda me agache y empece a gatear hacia la puerta. Al llegar mi mano toca algo, era piel... ¡Si! ¿Dedos? ¡Un pie!

Grite horrorizada, me levante como pude y trate de correr, pero el intento fue inútil. Aquel tipo me empujo haciendo que cayera al suelo, me golpee la cabeza , un grito de dolor salió de mis labios, mis lagrimas caían sin parar, me sentía confundida, eran muchos sentimientos encontrados en aquel momento, rogaba por despertar de la que parecía ser una pesadilla.

Mis manos impactaron contra algo húmedo, adolorida Dirigí la mirada hacia mis manos... ¿Sangre? Era sangre ¿Mía? ¡No lo se! No siento estar sangrando. Gatee un poco, mientras el tipo quien se hace pasar por mi padre ríe escandalosamente. La luz que se colaba por la ventana me permitía un poco de visibilidad. Cada centímetro mas cerca de algo, o alguien, había una energía cada vez mas débil, mas sangre y mas terror. Di con esa débil energía, pues se me hacia familiar. Un gran grito de desesperacion salio de mis labios... Y eso es lo unico que recuerdo de ese día...